Es recomendable que los adolescentes inicien un proceso de terapia psicológica en cualquiera de las siguientes condiciones:
- Rebeldía, oposición persistente y disfuncional hacia los padres o profesores
- Problemas con compañeros o de relación (enemistades, noviazgos inestables, etc.)
- Agresividad, maltrato animal
- Depresión, tristeza profunda y persistente
- Ideación suicida
- Crisis de angustia (ataques de pánico o nerviosismo)
- Abuso de alcohol y drogas
- Preocupación excesiva
- Síntomas corporales sin causa médica (dolores de cabeza, de estómago, malestar, etc.)
- Timidez, temor al rechazo, incapacidad para relacionarse efectivamente y de forma satisfactoria