Se puede explicar de la siguiente manera:
- "Quisiera ayudarte y que te sientas mejor. Quisiera que hablaras con un psicólogo. Un psicólogo es como un médico de las emociones: así como un doctor te ayuda cuando estás enfermo o te duele el cuerpo, un psicólogo es una persona que puede ayudarte cuando te sientes muy triste, enojado, preocupado o cuando piensas o haces cosas que no te gustan o que te ocasionan problemas. Con el psicólogo hablarás, te hará algunas preguntas de lo que sientes, lo que piensas, las cosas que haces. También es posible que te pida que dibujes, pintes o juegues. Hará estas cosas para enseñarte cómo sentirte mejor. También me ayudará a mí a comprenderte mejor y entender lo que quieres y necesitas de mí".
Debe evitarse culpar al niño, criticarlo y dejarle ver que irá al psicólogo porque "él es el que está mal" y no usted u otro familiar, o hablar de la terapia como si fuera un castigo, algo a lo que tiene que ir cuando se porta mal. Esto sólo provocará una actitud de rechazo y rebeldía en contra de la terapia.