Las terapias en línea por videoconferencia o llamada telefónica se han popularizado y han llegado para quedarse. Aunque parezcan novedosas, ya existían desde hace varias décadas (por carta o por teléfono).
Estas son algunas de las preguntas más comunes que se realizan sobre la terapia en línea:
- ¿Es efectiva?
- Numerosos estudios han demostrado que ambas modalidades, presencial y en línea, son igualmente efectivas. No existe diferencia significativa entre ellas, siempre que se desarrollen en un ambiente adecuado (cómodo, privado, sin interrupciones). Ambas se basan en las mismas técnicas y principios terapéuticos.
- ¿Se siente mejor la terapia presencial?
- En ambas modalidades es posible establecer un clima de confianza y sentir la escucha atenta, sin juicios o críticas por parte del terapeuta. Los pacientes se sienten igualmente cómodos y satisfechos en terapia en línea o presencial.
- ¿Se pierde mucha información al no ver al paciente físicamente?
- La mayor parte de lo que sucede en una sesión de terapia se desarrolla de manera verbal, es decir mediante las palabras, por lo que el tratamiento puede realizarse sin problemas ya sea mediante videollamada o por teléfono.
- ¿La terapia en línea puede aplicarse a todas las personas?
- Si bien es cierto que la terapia en línea es efectiva para la gran mayoría de personas, en algunos casos puede ser preferible la terapia presencial por determinados motivos que dificulten el uso de un medio remoto, por ejemplo por alguna dificultad para operar un dispositivo, como en el caso de niños pequeños o adultos mayores, o cuando no se dispone de un espacio adecuado para llevar a cabo la terapia. También en algunas ocasiones puede ser necesario utilizar recursos como pruebas psicológicas que solo están disponibles en el centro psicológico.
Hay que mencionar también que la terapia en línea ofrece varias ventajas:
- Economía: La terapia en línea puede ofrecerse a precios más bajos y se reducen otros costos indirectos (como transporte, combustible, estacionamiento, tiempo de traslado, etc.).
- Accesibilidad: Se puede acceder a una sesión desde cualquier lugar del mundo. La flexibilidad de horarios permite encajar con las necesidades del paciente. El no tener que desplazarse puede ser una facilidad para personas con movilidad reducida o que están a cargo del cuidado de otros.
- Comodidad: El paciente puede estar en la comodidad de su hogar o en la habitación de un hotel disfrutando de sus vacaciones.
- Privacidad: El anonimato es casi total. Nadie más tiene contacto con el paciente salvo el terapeuta. No se encontrará a nadie conocido en una sala de espera o saliendo del consultorio. Las sesiones se desarrollan por medios privados que no almacenan ninguna información.
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