La sexualidad es un aspecto fundamental de la experiencia humana y de las relaciones de pareja. Algunas personas, desde muy jóvenes hasta adultos mayores, pueden experimentar dificultades para lograr una respuesta sexual adecuada, lo que genera preocupación y malestar tanto en quienes lo viven como en sus parejas.
¿Qué son las disfunciones sexuales?
Las disfunciones sexuales son dificultades persistentes en la excitación que pueden dificultar o imposibilitar el disfrute de la actividad sexual normal. Pueden manifestarse de diversas formas, incluyendo:
- Disfunción eréctil: Dificultades para lograr o mantener una erección adecuada en los hombres.
- Eyaculación precoz: Eyaculación antes de lo deseado, con una falta de control sobre el orgasmo.
- Eyaculación retardada: Dificultad excesiva del hombre para alcanzar el orgasmo y la eyaculación.
- Anorgasmia: Incapacidad persistente de la mujer para alcanzar el orgasmo.
- Deseo sexual hipoactivo: Bajo deseo sexual o falta de interés en el sexo.
- Dispareunia: Dolor durante las relaciones sexuales.
- Vaginismo: Contracciones involuntarias y dolorosas de los músculos vaginales, que dificultan la penetración.
- Falta de lubricación vaginal: Insuficiente lubricación en la vagina, lo que puede causar molestias durante el coito.
Causas de las disfunciones sexuales
Existen diversas causas:
- Físicas (como problemas hormonales o de anatomía genital)
- Psicológicas (como estrés, ansiedad, traumas, baja autoestima)
- Relacionales (como problemas de pareja)
Aunque comúnmente se piensa que los problemas sexuales se deben a la edad y a enfermedades médicas, en la mayoría de casos las causas son psicológicas.
Si las dificultades persisten, se recomienda descartar o tratar los problemas médicos subyacentes (consultando con especialistas de urología o ginecología) y buscar tratamiento psicológico profesional.
Beneficios de la terapia psicológica
La terapia psicológica para las disfunciones sexuales, utilizando técnicas basadas en estudios que demuestran su efectividad, aborda los aspectos emocionales, cognitivos y de relación que pueden contribuir a las dificultades sexuales. Algunas de las formas en que la terapia puede ayudar incluyen:
- Evaluación integral: En la terapia, se realiza una evaluación completa para comprender las causas subyacentes de la disfunción sexual. Esto puede incluir factores emocionales, experiencias pasadas, dinámicas de pareja y aspectos físicos relevantes. Se orienta al paciente a consultar un especialista urólogo o ginecólogo para descartar problemas médicos.
- Reducción de la ansiedad: La ansiedad y el estrés pueden ser una causa o un resultado de las disfunciones sexuales. La terapia psicológica brinda herramientas para reducir la ansiedad y manejar el estrés y las preocupaciones que pueden interferir en el desempeño sexual.
- Cambios en la comunicación y la intimidad: La terapia puede ayudar a mejorar la comunicación y la conexión emocional en la pareja, creando un ambiente más propicio para la intimidad sexual.
- Cambio de creencias y actitudes sexuales: A menudo, las creencias y actitudes negativas sobre el sexo pueden contribuir a las disfunciones sexuales. La terapia ayuda a desafiar y cambiar estas creencias disfuncionales.
- Ejercicios eróticos específicos: Dependiendo de la disfunción sexual específica, el terapeuta puede recomendar ejercicios y técnicas que ayuden a facilitar la respuesta sexual.
- Educación sexual: Se proporciona información y educación sobre la sexualidad y el funcionamiento sexual, lo que puede ayudar a eliminar mitos y expectativas poco realistas.
Las disfunciones sexuales son tratables y comunes. No hay por qué avergonzarse. Si desea recibir terapia psicológica no dude en escribir.
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